La evangelización de los perdidos, mediante el mensaje del evangelio y el poder del Espíritu Santo, encarnado en la vida de nuestros misioneros quienes reflejan el amor y la compasión de Cristo a los que nunca han tenido la oportunidad de escuchar las buenas nuevas, es decir, las personas más necesitadas del evangelio en el mundo.
Convertirnos en el mayor enviador latinoamericano de misioneros, a las regiones más apartadas del mundo, donde no existe el conocimiento de la salvación en Cristo Jesús.
Amor a Dios y a los perdidos: Es el amor a Dios, el principal impulsor para todos los que servimos en el DNM y el amor al perdido, el que nos constriñe para esforzarnos en la Misión de Dios. 2ª Cor. 5:17-18, 1ª Jn. 4:10-11.
Institucionalidad: Como ministros de las AD, estamos conscientes de nuestro compromiso y responsabilidad hacia la Institución que nos brinda la oportunidad de servir en este ministerio transcultural.
Llegar a los inalcanzados: Priorizamos nuestro servicio coordinando esfuerzos y recursos, hacia aquellos que nunca han oído el mensaje del Evangelio, respetando al mismo tiempo el llamado de Dios de los que son enviados. Rom. 15:20-21.
Trabajo en equipo: Los que formamos parte del DNM servimos conscientes de la magnitud del desafío mundial, por eso sabemos la primacía del trabajo en equipo. 1ª Cor. 12.
La Iglesia Local: Trabajamos para servir mejor a la Iglesia local, pues estamos conscientes que es ahí donde se originan los recursos humanos, espirituales y financieros para el desarrollo de la misión. Hch. 13:1-3.
Estrategias validas: Usamos en el alcance de la visión: la evangelización personal o masiva, el establecimiento de Iglesias autóctonas, el adiestramiento de los creyentes y obreros nacionales y mostrando en todo momento compasión por los que sufren. 1ª Cor 9:19-20.
Responsabilidad y urgencia: Todos los que somos parte del DNM trabajamos con un profundo e impostergable sentido de compromiso, conscientes de la importancia y de lo apremiante de la tarea que realizamos. Luc. 17:10, Rom. 12:11
Obreros capacitados: Nuestro compromiso hacia los misioneros es enviarles bien capacitados, bien sostenidos y bien equipados para la evangelización mundial. 2 Tim.2:15.
Creatividad y flexibilidad: Desarrollamos programas, métodos y ministerios para aumentar el alcance de la misión, tanto en estrategias de involucramiento de la Iglesia, como en la evangelización de los perdidos.
Buena administración: Para seguir creciendo debemos tener una administración eficiente y transparente, mientras nuestros recursos crecen, aumenta nuestra responsabilidad de usarlos adecuadamente. 1ª Cor. 4:2, 1ª Ped. 4:10.